Delta canibaliza los nuevos aviones Airbus en Europa para mantener operativa su flota en EE.UU.

Delta Air Lines ha puesto en marcha una estrategia poco convencional para enfrentar dos problemas críticos: la escasez de motores y los aranceles de importación. La aerolínea está retirando motores Pratt & Whitney fabricados en EE.UU. de sus nuevos aviones Airbus A321neo ensamblados en Europa, y los está enviando de regreso a territorio estadounidense para reactivar aviones inmovilizados, según dijeron personas familiarizadas con el asunto, informó Bloomberg.

El problema: motores defectuosos y aviones sin certificar

Delta ha tenido que aparcar varios aviones de la familia A320neo debido a fallas en los motores originales. La causa se remonta a un lote de polvo metálico contaminado utilizado en la fabricación de los turbofanes GTF de Pratt & Whitney, lo que ha obligado a varias aerolíneas a nivel global a dejar parte de su flota en tierra mientras se reemplazan los componentes.

Paralelamente, los nuevos A321neo de la compañía ensamblados en Europa no pueden volar a EE.UU. porque sus asientos aún no han sido certificados por los reguladores. Esto ha creado una ventana de oportunidad: aprovechar los motores de esos aviones nuevos, que de momento no pueden utilizarse, para mantener operativa la flota existente.

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Una logística milimétrica para esquivar aranceles

Delta está enviando motores fabricados en EE.UU. directamente desde Europa a territorio estadounidense sin pagar aranceles, lo cual es legal bajo la normativa vigente. Los aviones sin motores permanecen estacionados en el viejo continente a la espera de una resolución comercial entre EE.UU. y la Unión Europea que podría reducir o eliminar los aranceles del 10% aplicados actualmente a aeronaves ensambladas en Europa, herencia directa de la guerra comercial iniciada durante el mandato de Donald Trump.

El propio CEO de Delta, Ed Bastian, confirmó que la compañía está enviando «una cantidad muy pequeña» de motores nuevos a EE.UU. y que tienen intención de continuar haciéndolo. “No planeamos pagar aranceles por las entregas de aeronaves”, aseguró Bastian durante una entrevista concedida esta semana tras la presentación de resultados financieros.

Un patrón que se repite

Esta no es la primera vez que Delta recurre a estrategias alternativas para evitar los costos arancelarios. En ocasiones anteriores, ha transportado nuevos jets de largo alcance de Airbus a través de Japón antes de introducirlos en EE.UU., una maniobra destinada a reducir el impacto fiscal. En 2020, utilizó rutas a través de ciudades como Ámsterdam, Tokio y El Salvador con el mismo fin.

Impacto en la industria y silencio desde Pratt & Whitney

La decisión de Delta pone el foco nuevamente sobre los problemas de fiabilidad del motor GTF, uno de los dos modelos disponibles para los A320neo. Pratt & Whitney, fabricante de los motores, no ha emitido comentarios sobre la acción de la aerolínea. Cabe recordar que Delta también utiliza una versión del GTF en su flota de A220.

Mientras tanto, la compañía sigue esperando que las tensiones comerciales entre Washington y Bruselas se resuelvan para poder incorporar formalmente los nuevos aviones a su operación en EE.UU.

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