Lufthansa revive su joya histórica: el Lockheed Super Star vuelve a brillar con su diseño original

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El que fuera buque insignia de Lufthansa, el Lockheed L-1649A Super Star, luce nuevamente el esplendor que lo convirtió en símbolo de la aviación de los años 50. Tras un minucioso proceso de restauración estética, la aeronave recuperó su aspecto clásico en el Aeropuerto de Münster/Osnabrück, donde fue sometida a un repintado integral a cargo de Altitude Paint Services (APS).

Para la tarea, la empresa Mankiewicz, con sede en Hamburgo, donó alrededor de 500 litros de pintura especial, un gesto que permitió devolver con precisión la paleta de colores y detalles que marcaron una época.

El reto de las parábolas legendarias

Uno de los trabajos más complejos fue recrear las históricas parábolas que formaban parte esencial del diseño original de Lufthansa. El equipo se basó en documentos de archivo de la compañía y en el detallado plan de pintura desarrollado por el departamento Graphics Solutions de Lufthansa Technik, también en Hamburgo.

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Camino a su nuevo hogar

La próxima semana, el Super Star será transportado en un vehículo de gran capacidad hasta Frankfurt, donde permanecerá como pieza central en el nuevo centro de conferencias y visitantes del grupo Lufthansa. Su exhibición comenzará en primavera de 2026, coincidiendo con el 100º aniversario de la fundación de la Lufthansa original. Allí compartirá protagonismo con otro mito de la aviación alemana: el Junkers Ju 52 D-AQUI.

La historia del Super Star

Incorporado a la flota en 1957, el Lockheed Super Star fue el primer avión de la compañía en ofrecer la exclusiva “Senator Class”, pensada para un servicio de lujo en rutas de largo alcance. Su trayecto más destacado fue el vuelo transatlántico sin escalas a Nueva York, que duraba hasta 17 horas.

Con cuatro motores de pistón, este modelo marcó el final de la era de los grandes aviones de hélice. Operaba desde Hamburgo, ciudad que albergaba la base de mantenimiento. Sus dimensiones impresionan incluso hoy: 35,42 metros de longitud, 45,18 metros de envergadura y 7,12 metros de altura.

En palabras de muchos entusiastas, ver al Super Star restaurado es un tributo a la ingeniería aeronáutica de mediados del siglo XX, y un viaje visual a la edad dorada de la aviación comercial.

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