A partir de ahora, se estudiará un nuevo modelo de negocio para el gestor aeroportuario en el que no se descarta la participación privada. El pasado fin de semana, la ministra de Fomento y el recién nombrado presidente de Aena, José Manuel Vargas, empezaron a diseñarlo. El eje principal será tratártelo como un todo. «Aena es más el todo que la suma de las partes», ha dicho Pastor.
No obstante, en esta nueva etapa también se contará con «todo el sector privado del país». De este modo, se contempla la expansión internacional de la empresa. Para ello, el ministerio potenciará acuerdos comerciales con empresas españolas para participar de forma directa o indirecta en aeropuertos fuera España.
En cuanto a la participación de las comunidades autónomas, contemplado igualmente en el anterior modelo del PSOE, la ministra señalado que Fomento está trabajando en «fórmulas de participación de las comunidades autónomas», porque, según ha advertido, «los aeropuertos desempeñan un papel destacado en las CCAA».
Ante la pregunta de cuáles son los aeródromos más eficientes y viables de la red Aena, Pastor se ha limitado a señalar que «lo primero es ver la viabilidad de todos los aeropuertos, pero no sólo la económica, sino también la rentabilidad social, ya que son un servicio público y universal».
El próximo 31 de enero terminaba el nuevo plazo de presentación de ofertas por parte de los consorcios interesados, proceso que el nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy ha decidido paralizar. En octubre, hubo que prorrogar la privatización por problemas de financiación.
La sociedad fijó la cuantía de salida en la licitación del aeropuerto de Madrid-Barajas en 3.700 millones de euros, mientras que la de Barcelona-El Prat se estableció en 1.600 millones.
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