Destacó Ballesteros que diariamente se movilizan entre 450 y 500 pasajeros, mediante cuatro vuelos comerciales, que son prestados por las aerolíneas Acerca, Conviasa y Rutaca. Sin embargo, mucha gente queda en lista de espera, en ocasiones las empresas pueden cumplirles, pero otra veces no, mientras que las agencias de viajes hacen lo que está a su alcance por satisfacer a sus clientes, pero se escapa de sus manos porque se trata de un problema de capacidad y limitaciones geográficas, pues no existe otro puerto aéreo similar y cercano que preste el servicio.
Basta con acudir al aeropuerto de Santo Domingo para ver el caos que se genera cuando confluyen dos o tres vuelos. Allí se concentra todo porque está a solo cuarenta minutos de la capital. Lamentamos mucho que aún las instalaciones de este puerto terrestre que sirven directamente a la capital del estado se encuentren en estas condiciones, cuando bien la planta física pudiera ser ampliada y rehabilitada para favorecer a un grueso de la población que, por diversas causas y por seguridad y rapidez, prefiere viajar en avión.
En el caso del aeropuerto «Juan Vicente Gómez», de San Antonio, presta un buen servicio, pero «solamente sale un vuelo diario y por supuesto tiene restricciones de maniobrabilidad, peso-balance, y una cantidad de situaciones que deben acatar las aerolíneas, por lo cual se ha quedado simplemente para ser usado una vez al día, a pesar de tener buenas instalaciones; Y al aeropuerto de La Fría, según tengo entendido, no llegan vuelos, pues no termina de arrancar».
Respecto a las tarifas de los boletos nacionales, aclaró que se mantienen, no se ha autorizado ningún incremento y varían, de acuerdo con la capacidad y fecha en la que se requiere viajar; no obstante, oscilan entre bolívares 350 y 700, en trayecto de ida y vuelta, pues cada avión posee clases y dependiendo de la distribución, se cobra determinado monto.
Por otra parte, indicó la vocera que uno de los problemas que afrontan las aerolíneas para garantizar su fluidez y el tránsito, justamente es la devolución de los capitales invertidos, para a su vez mejorar la flota de las aeronaves y adquirir a tiempo los componentes de estos equipos, que son totalmente importados.
Mencionó Ballesteros que la problemática se agudiza más en épocas de vacaciones y, por supuesto, en la época decembrina, pues es un negocio estacional. De hecho, «el último receso de agosto fue bastante difícil de sobrellevar porque a todos estos problemas se suman las condiciones climatológicas, que retrasan e impiden algunos vuelos y complican la situación de aquellos pasajeros que tienen conexiones para vuelos al exterior del país».
Frente a este panorama, manifestó la presidenta de Avavit-Táchira que «vemos con muy buenos ojos que se hayan iniciado vuelos con otra aerolínea, que cuenta con excelentes itinerarios, ya que habrá la posibilidad de ir a la capital del país, hacer las diligencias y volver el mismo día, cosa que hasta ahora había sido imposible. Y bien lo merecemos los tachirenses, porque la región ha crecido, incluso muchos viajeros vienen de la frontera y aumentan la demanda; por eso estamos complacidos con la apertura de «Láser», para mejorar la prestación del servicio de traslado desde la región», afirmó.
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