Un diputado estadounidense pidió que las autoridades de seguridad aeroportuarias expliquen cómo y por qué un empleado de la aerolínea Delta burló sus dispositivos y trasladó armas entre Atlanta y Nueva York en varias ocasiones.
El congresista demócrata Bennie Thompson envió una carta a la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) para solicitar un informe sobre una red de tráfico de armas que usaba como transporte a la empresa Delta Airlines.
Eugene Harvey, maletero de la línea aérea, en complicidad con un exempleado de nombre Mark Henry, gestionaron el contrabando de 153 armas de fuego y municiones, incluso un rifle AK-47. Harvey está acusado de recibir pagos en efectivo por dejar pasar maletas sin ser inspeccionadas entre el pasado 1 de mayo y el 10 de diciembre, aseguró el diario estadunidense The New York Times.
Henry fue arrestado en Nueva York el 10 de diciembre después de aterrizar en el aeropuerto internacional John F. Kennedy con 18 armas de mano en su bolsa
—siete de ellas cargadas—, según su declaración jurada.
En su carta Thompson, miembro del comité de Seguridad Interna en la Cámara de Representantes, le expresó a John Pistole, administrador de la TSA: “Necesitamos cerciorarnos de que estén en marcha políticas y procedimientos para asegurar que no haya en absoluto alguna manera en que un arma llegue a bordo de un avión a menos que sea portada por un oficial de seguridad”.
Además le solicitó al encargado de la seguridad del transporte en Estados Unidos presentar un informe sobre el tráfico de armas antes del próximo 7 de enero, donde se detalle el trabajo de la operación encubierta de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y la TSA para revelar el tráfico de armas y si fue una operación en conjunto entre ambas dependencias.
Por otro lado, el fiscal de distrito de Brooklyn, Kenneth Thompson, dijo el martes que la investigación era “profundamente preocupante” no sólo por las consecuencias que trajo el uso de armas en las calles, sino a la vulnerabilidad frente a posibles actos de terrorismo, según la cadena CNN.
El fiscal dijo a los periodistas: “Si en este momento ellos pueden poner armas en un avión, fácilmente podrían poner una bomba”.
Pistole deberá informar si los agentes que protegen los vuelos comerciales estaban presentes cuando se realizaron los movimientos ilegales de armamento, así como la frecuencia en que la TSA realiza revisiones físicas a los empleados y áreas de seguridad de las terminales aéreas.
Se espera que Pistole y otros funcionarios comparezcan ante el Comité de Seguridad Interna en la Cámara de Representantes a inicios del próximo año.
Fuente: http://www.excelsior.com.mx/
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