Muchos aviones al desierto, pero no al de Arizona, sino al de Arabia.

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Las noticias provenientes del Golfo Pérsico no son muy alentadoras que digamos en materia de aerotransporte; dos de sus tres grandes aerolíneas (Qatar Airways y Etihad Airways) navegan sobre mares de tinta roja, en medio de crisis que las están forzando a reestructurarse, contraerse y a revisar integralmente sus estrategias.

La situación parece tan complicada, que en el seno de una de ellas (la de Abu Dhabi) se habla inclusive de cambiar de plano el modelo de negocios y comenzar a enfocarse en los mercados punto a punto en lugar de las conexiones, y de hasta integrarse a su vecina y se podría decir rival Emirates ¡Sorprendente!

Las preguntas son obligadas: ¿Qué va a ocurrir con esos más de 150 nuevos equipos que estaría por sumar a su flota? ¿Será que la economía de esa fascinante y moderna ciudad, es la capital de los Emiratos Árabes Unidos, dará para sostener rentablemente una oferta de capacidad de pasajeros y carga como la que actualmente opera Etihad con sus más de 110 aeronaves, abandonando el que hasta fechas recientes pareciera haber resultado un extraordinariamente exitoso modelo que combina impresionantes infraestructuras aeroportuarias y facilidades para hacer conexiones con la operación de atractivas y competitivas aerolíneas, empleando las más grandes y modernas aeronaves en las que se ofrece un gran servicio, aprovechándose de las ventajas que la privilegiada ubicación geográfica les ofrece?

Las respuestas comienzan a surgir conforme llegan noticias que Etihad está retirándose de otras aerolíneas en las que ha invertido, caso notable de la europea Alitalia, sino que también estaría buscando de la manera de cancelar algunos pedidos de aeronaves, entre ellas el Boeing 777-8, del que hasta es cliente de lanzamiento, además de poner en tierra aviones de pasajeros y cargueros, en algunos casos de manera temporal y en otros de manera permanente u ofreciéndolos en venta.

Pero Etihad y Qatar no están solas; inclusive la todavía rentable Emirates, con base en esa potencia comercial, inmobiliaria y turística en la que se ha convertido Dubai, también está estacionando aeronaves, argumentando escasez de pilotos, pero reconociendo asimismo baja demanda, lo cual me confirma que el mercado aéreo del Medio Oriente registra una sobreoferta con todo y que el Golfo Pérsico de alguna manera se mantiene en paz y desarrollándose.

Es así que el desierto de Arabia poco a poco se colma de aeronaves en desuso, no precisamente por obsoletas, con los colores de aerolíneas protagonistas de lo que algunos consideramos ha representado una verdadera revolución en la oferta del aerotransporte internacional, una condición que de continuar podría impactar de manera significativa en la industria aeronáutica global comenzando por los fabricantes y arrendadores de aeronaves.

Veremos qué pasa.

Por Juan A. José – T21

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