Una especie de avispa puede amenazar la seguridad de los aviones.

Síguenos en las redes sociales y mantente siempre actualizado

En un período de 39 meses, las avispas ojo de cerradura (Pachodynerus nasidens) fueron responsables de 93 casos de la obstrucción totalmente de tubos o sondas pitot -instrumentos vitales que miden la velocidad del aire- en el aeropuerto de Brisbane (Australia), según un estudio publicado por el biólogo Alan House en la revista de PLOS ONE. Los resultados subrayan la importancia de las estrategias de mitigación de riesgos, como la cobertura de las sondas pitot cuando llegan los aviones y la instalación de trampas adicionales para interceptar las avispas.

Te puede interesar: EEUU estaría considerando levantar las restricciones de viaje a Europa.

Las interacciones entre las aeronaves y la vida silvestre son frecuentes y pueden tener graves consecuencias financieras y de seguridad. Sin embargo, el riesgo que plantea cuando las aeronaves están en tierra se comprende mucho menos, y las amenazas específicas que plantean los insectos no se han cuantificado anteriormente. En el nuevo estudio, investigaron el posible papel de las avispas ojo de cerradura en la obstrucción de las sondas pitot en el aeropuerto de Brisbane. Entre noviembre de 2013 y abril de 2019 se informó de un total de 26 problemas relacionados con las avispas en el aeropuerto, junto con una serie de graves incidentes de seguridad relacionados con las sondas.

Te puede interesar: Emirates encabeza clasificación mundial de aerolíneas más seguras frente al Covid-19.

Los investigadores utilizaron la tecnología de impresión tridimensional para construir una serie de réplicas de sondas pitot, que montaron en cuatro lugares del aeropuerto. Todos los nidos en estas sondas fueron hechos por avispas de ojo de cerradura, y el pico de anidación ocurrió en los meses de verano, temperaturas entre 24 y 31°C. La mayoría de los nidos se construyeron en una zona del aeropuerto. Según el biólogo esto plantea un riesgo significativo para la seguridad de la aviación, y se justifica continuar con los trabajos de desarrollar estrategias para controlar o erradicar las poblaciones persistentes de esta especie adaptable, inventiva y de gran movilidad.

«Esperamos que esta investigación llame la atención sobre un problema poco conocido pero grave para los viajes aéreos en las regiones tropicales y subtropicales». Habiendo encontrado su camino a través del Océano Pacífico, no hay razón para dudar que podría extenderse a otras partes de Australia. Las consecuencias de no manejar esta inteligente pero peligrosa plaga podrían ser sustanciales», indicó House.

También te puede interesar