IATA: Aerolíneas volverán a ser rentables en 2023

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La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) prevé una vuelta a la rentabilidad del sector aéreo mundial en 2023, a medida que las compañías aéreas sigan reduciendo las pérdidas derivadas de los efectos de la pandemia de COVID-19.

En 2023, se espera que las aerolíneas registren ganancias netas de 4.700 millones de dólares. Será el primer beneficio desde 2019, cuando obtuvieron 26.400 millones de dólares. Esta mejora prevista se produce a pesar de las crecientes incertidumbres económicas, ya que el crecimiento del PIB mundial se ralentiza hasta el 1,3%.

En 2022, se espera que las pérdidas netas de las aerolíneas sean de 6.900 millones de dólares. Esta cifra es significativamente mejor que las pérdidas de 42.000 y 137.700 millones de dólares registradas en 2021 y 2020, respectivamente.

Estas fueron las aerolíneas latinoamericanas más puntuales en octubre.

«La resistencia ha sido el sello distintivo de las aerolíneas en la crisis COVID-19. De cara a 2023, la recuperación financiera tomará forma con el primer beneficio del sector desde 2019. Se trata de un gran logro teniendo en cuenta la magnitud de los daños financieros y económicos causados por las restricciones impuestas por los gobiernos en relación con la pandemia. Pero un beneficio de 4.700 millones de dólares sobre unos ingresos del sector de 779.000 millones de dólares también ilustra que queda mucho camino por recorrer para situar al sector mundial sobre una base financiera sólida», afirmó Willie Walsh, Director General de la IATA.

«Muchas aerolíneas son lo suficientemente rentables como para atraer el capital necesario para impulsar el sector a medida que se descarboniza. Pero muchas otras atraviesan dificultades por diversas razones. Entre ellas, una regulación onerosa, costes elevados, políticas gubernamentales incoherentes, infraestructuras ineficientes y una cadena de valor en la que los beneficios de conectar el mundo no se distribuyen equitativamente».

«A pesar de las incertidumbres económicas, hay muchas razones para ser optimistas de cara a 2023. La menor inflación de los precios del petróleo y la persistencia de una demanda reprimida deberían ayudar a mantener los costes bajo control mientras se mantiene la fuerte tendencia de crecimiento. Al mismo tiempo, con márgenes tan estrechos, incluso un cambio insignificante en cualquiera de estas variables tiene el potencial de llevar el balance a territorio negativo. La vigilancia y la flexibilidad serán fundamentales», añadió Walsh.

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