El regulador australiano de la competencia dijo este viernes que pedirá al tribunal que multe a Qantas Airways con «cientos de millones» de dólares, un día después de demandar a la aerolínea por presuntamente vender billetes para miles de vuelos después de que fueran cancelados.
La Comisión Australiana de la Competencia y el Consumidor (ACCC, por sus siglas en inglés) afirmó este jueves en los tribunales que Qantas infringió la ley del consumidor al vender billetes para más de 8.000 vuelos entre mayo y julio de 2022 sin informar de que habían sido cancelados.
La aerolínea ha declarado que revisará las acusaciones de la ACCC y responderá ante los tribunales, y que el periodo examinado por el regulador fue una época de «agitación sin precedentes para todo el sector de las aerolíneas».
Después de que Australia abriera sus fronteras a finales de 2021 tras la pandemia, Qantas se llevó la peor parte de las quejas por cancelaciones de vuelos y pérdidas de equipaje, debidas sobre todo a la escasez de personal.
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«Vamos a buscar una sanción que subraye que esto no es sólo un coste de hacer negocios, es para disuadir conductas de esta naturaleza», dijo a ABC Radio la presidenta de la ACCC, Gina Cass-Gottlieb. La sanción máxima a la que se expone Qantas es del 10% de su facturación anual, que ascendió a 19.800 millones de dólares australianos hasta junio, según la legislación australiana en materia de consumo.
Cass-Gottlieb indicó que la ACCC buscaría una multa para Qantas que fuera «significativamente mayor» que el récord de 125 millones de dólares australianos (81 millones de dólares) que el fabricante de automóviles Volkswagen fue multado en 2019 por infringir las leyes australianas de consumo.
«Consideramos que estas sanciones han sido demasiado bajas, creemos que la sanción debería ser de cientos de millones, no de decenas de millones», añadió. «Querríamos obtener más del doble de esa cifra».
El regulador declaró que Qantas siguió vendiendo billetes una media de 16 días después de haber cancelado vuelos por motivos que a menudo estaban bajo su control. Vendió billetes para un vuelo de Sydney a San Francisco 40 días después de su cancelación, informó Reuters.
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