Norse Atlantic Airways marcó este miércoles un hito en la historia de la aviación con el primer aterrizaje de un Boeing 787 Dreamliner en el aeródromo de Troll en la Antártida.
Dirigida por la aerolínea y contratada por el Instituto Polar Noruego y Aircontact, esta misión transportó 45 pasajeros, entre ellos científicos de varios países, y toneladas de equipos de investigación esenciales para la exploración de la Antártida.
El Dreamliner, que partió de Oslo el 13 de noviembre, hizo escala en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), donde permaneció 40 horas antes de emprender vuelo a la Antártida.
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El avión aterrizó en una «pista de hielo azul» de 3.000 metros de largo y 60 metros de ancho, ya que la Antártida carece de pistas pavimentadas convencionales.
«Es un gran honor y una gran emoción en nombre de todo el equipo de Norse que hayamos logrado juntos el trascendental momento de aterrizar el primer 787 Dreamliner. En el espíritu de la exploración, estamos orgullosos de haber participado en esta misión tan importante y única. Es un verdadero testimonio de nuestros pilotos y tripulación altamente capacitados y cualificados, y de nuestro avión Boeing de última generación», comentó Bjørn Tore Larsen, Consejero Delegado de Norse Atlantic Airways.

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