Problema con el sistema antihielo lleva a Boeing a solicitar exenciones de certificación para el 737 Max 7
Boeing ha pedido a la Administración Federal de Aviación (FAA) que exima a su 737 Max 7 de varias normas de certificación debido a un problema de sobrecalentamiento del sistema antihielo del motor.
El fabricante, cuyo objetivo es comenzar las entregas del Max 7 el año que viene, solicitó exenciones temporales en noviembre como parte de su esfuerzo por lograr la certificación del tipo, según una notificación de la FAA publicada el 4 de diciembre.
Boeing está trabajando en una solución permanente. Aún no está claro cómo podría afectar el problema a los plazos de certificación del modelo, pero la solicitud de exención deja claro que la compañía necesita más aprobaciones de la FAA.
«La solicitud forma parte del proceso de certificación. La FAA determinará cuándo se cumplen todos los requisitos de certificación», indicó Boeing a FlightGlobal.
Boeing y la FAA están familiarizados con el problema del sobrecalentamiento, que puede afectar a los cilindros y capós de los motores. A principios de este año, la agencia emitió una directiva de aeronavegabilidad que abordaba el riesgo en los modelos Max 8 y el Max 9. La directiva prohíbe algunas operaciones y especifica cuándo deben utilizar los pilotos el sistema antihielo.
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La notificación de la FAA del 4 de diciembre dice que Boeing solicitó «una exención parcial de ciertas normas en lo que se refiere a la estructura de entrada de la góndola del motor y el sistema antihielo del motor» en los 737 Max 7.
Boeing solicita la exención hasta mayo de 2026.
«En noviembre, solicitamos la certificación del 737-7 con el mismo diseño de admisión y sistema antihielo del motor que la flota 737 Max en servicio», afirma Boeing. «Bajo esta solicitud, los operadores continuarían con las medidas que se compartieron con ellos a principios de este año y ordenadas por la FAA en agosto para mitigar el sobrecalentamiento potencial en una parte de la estructura de entrada bajo una combinación muy específica de condiciones climáticas y operativas.»
Entre las normas específicas de las que Boeing quiere eximir al Max 7 figuran las relativas a las operaciones prolongadas sobre el agua y al grado de improbabilidad de que fallen determinados sistemas y componentes críticos. La empresa también solicita una exención temporal del requisito de que los fabricantes tengan en cuenta las condiciones ambientales, como la temperatura y la humedad, a la hora de garantizar la durabilidad de los materiales.
«Estamos desarrollando una solución a largo plazo, sujeta a la aprobación de la FAA, que pasará por pruebas y certificación antes de ser introducida en toda la flota 737 Max», añade Boeing.
Las solicitudes de exención son frecuentes durante los programas de certificación. Este año, la FAA concedió al Max 7 una exención independiente relacionada con las normas de protección contra rayos y radiaciones.
No está claro si Boeing solicitará exenciones similares para su 737 Max 10, que tampoco ha sido certificado.
El problema del sobrecalentamiento salió a la luz en agosto, cuando la FAA publicó la directiva Max 8 y Max 9. El problema puede producirse si el sistema antihielo del motor se activa en aire seco durante más de 5 minutos cuando se opera en condiciones que implican combinaciones específicas de altitud, temperatura del aire y ajustes de empuje, según la agencia. Como resultado, el cilindro interior del motor puede sobrecalentarse y fallar, lo que puede dañar el capó del motor.
La orden de la FAA exige a las compañías aéreas que actualicen los manuales de vuelo para prohibir a los pilotos el uso del sistema antihielo de los motores cuando no se encuentren en condiciones reales de formación de hielo.
GE Aerospace subrayó en agosto que los motores Leap-1B de CFM International, que equipan los 737 Max, no son parte del problema.
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