La capitán Maribel Porras se jubila de Avianca tras 45 años de trayectoria dejando un legado histórico en la aviación

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El pasado 4 de junio, la capitán Maribel Porras realizó su último vuelo en la ruta París–Bogotá, concluyendo una carrera ejemplar de 45 años en el sector aéreo, 37 de ellos al servicio de Avianca.

De copiloto a referente continental

Maribel se unió a Avianca en 1987 como copiloto. 18 años más tarde hizo historia al convertirse en la primera mujer en comandar un Boeing 767 en Latinoamérica. Su ascenso no fue solo profesional, también simbólico: abrió puertas en una industria dominada históricamente por hombres y se convirtió en modelo a seguir para mujeres que sueñan con volar.

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Pionera y testigo de la evolución de Avianca

La carrera de Maribel fue paralela a las grandes transformaciones de la aviación comercial. En sus últimos años, comandó uno de los aviones más modernos del mundo: el Boeing 787. A bordo de este modelo, voló rutas internacionales clave para Avianca, participando activamente en la expansión y modernización de la aerolínea.

Su presencia constante y liderazgo en la cabina fortalecieron la cultura de seguridad y excelencia operativa que distingue a la compañía.

Reconocimiento al legado

Durante su emotiva despedida en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, fue recibida por colegas y familiares. Juan Esteban Kappaz, vicepresidente de operaciones de vuelo de Avianca, destacó su impacto con palabras claras:

“Maribel Porras es un ejemplo vivo de perseverancia, talento y liderazgo en nuestra industria. Durante estos 45 años, de los cuales 37 voló con Avianca, no solo garantizó la seguridad y excelencia en cada vuelo, sino que también fue una pionera que abrió caminos para muchas mujeres en la aviación. Estamos profundamente agradecidos por su dedicación y celebramos el legado que deja como inspiración para las futuras generaciones de pilotos.”

Maribel Porras aterrizó como comandante por última vez, pero su impacto seguirá volando alto. Su legado se medirá no solo en millas recorridas, sino en oportunidades creadas para quienes hoy sueñan con alcanzar el cielo. Su nombre queda grabado en la historia de Avianca y en el corazón de una industria que aún necesita más líderes como ella.

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