Alaska Airlines reanuda operaciones tras paralización total por falla informática

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Alaska Airlines reanudó sus operaciones la noche del domingo, tras una interrupción total de aproximadamente tres horas causada por una falla en sus sistemas informáticos. La aerolínea con sede en Seattle emitió una orden de suspensión temporal para todos los vuelos de Alaska y Horizon Air a las 8:00 p.m. (hora del Pacífico), levantándola finalmente a las 11:00 p.m.

La interrupción marcó la segunda ocasión en poco más de un año en la que la compañía se ve obligada a detener toda su flota debido a problemas tecnológicos, una situación que evidencia la creciente fragilidad del sector aéreo frente a incidentes digitales.

Repercusiones operativas: recuperación gradual

Aunque los vuelos han sido autorizados para despegar nuevamente, la empresa advirtió que podrían registrarse impactos residuales. La reubicación de aeronaves y tripulaciones tomará tiempo, por lo que no se espera una normalización inmediata del servicio.

«A medida que reposicionamos nuestras aeronaves y tripulaciones, es probable que continúen los impactos en nuestros vuelos», informó Alaska Airlines en un comunicado.

Hasta el momento, no se ha revelado la causa específica de la falla, lo que deja abierto el debate sobre la seguridad tecnológica de las aerolíneas en el contexto actual.

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Precedentes preocupantes: no es un hecho aislado

Esta no es la primera vez que Alaska Airlines enfrenta un incidente de esta naturaleza. En abril de 2024, la compañía también detuvo sus operaciones tras detectar un fallo en el sistema encargado de calcular el peso y balance de sus aeronaves, una función crítica para garantizar vuelos seguros.

La flota de Alaska Air Group está compuesta por 238 aviones Boeing 737 y 87 Embraer 175, lo que convierte cualquier paralización total en un evento de gran impacto logístico.

El riesgo cibernético en la aviación: ¿la próxima gran amenaza?

La reciente interrupción ocurre en un contexto de alerta creciente en el sector aeronáutico ante amenazas cibernéticas. En junio, Hawaiian Airlines —también propiedad de Alaska Air Group— informó que algunas de sus plataformas tecnológicas fueron comprometidas por un ciberataque. El grupo empresarial aún evalúa las consecuencias financieras del incidente.

El panorama se complica al considerar advertencias recientes de empresas tecnológicas como Google y Palo Alto Networks, que han identificado al grupo de hackers “Scattered Spider” como una amenaza activa para la industria de la aviación.

Otros casos recientes incluyen:

  • WestJet Airlines (Canadá), que sufrió un incidente cibernético en junio.
  • Qantas Airways (Australia), donde en julio un atacante accedió a los datos personales de millones de clientes.

A pesar de la gravedad de estos eventos, en ninguno de estos casos se interrumpieron los vuelos, a diferencia de lo ocurrido con Alaska Airlines.

Entorno global bajo presión

A este panorama se suma una advertencia de Microsoft, que el domingo alertó sobre «ataques activos» contra software de servidores utilizado por agencias gubernamentales y empresas privadas, reforzando la preocupación global sobre la integridad de los sistemas críticos.

Este incidente subraya la vulnerabilidad de las aerolíneas ante fallas tecnológicas, ya sean accidentales o provocadas. En una industria donde los márgenes de error son mínimos y la confianza del usuario es clave, la ciberseguridad ya no es opcional, es imprescindible.

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