Lufthansa y Air France-KLM desafían la incertidumbre global con sólidos resultados trimestrales

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En medio de una coyuntura marcada por tensiones geopolíticas y económicas, Lufthansa y Air France-KLM sorprendieron al mercado con sólidos resultados financieros en el segundo trimestre. Lejos de resentirse por la guerra comercial impulsada por EE.UU. o el debilitamiento del euro frente al dólar, ambas compañías lograron aumentar sus beneficios operativos, impulsadas por la alta demanda en rutas transatlánticas y un control más estricto de los costes.

Resultados por encima de lo esperado

Lufthansa reportó un incremento interanual del 27% en su beneficio operativo, alcanzando los 871 millones de euros. Esta cifra superó con holgura la previsión promedio de los analistas, que esperaban unos 805 millones de euros.

«Si bien el segundo trimestre estuvo nuevamente marcado por crisis geopolíticas e incertidumbres económicas, hoy confirmamos nuestra perspectiva positiva para el año completo», afirmó Carsten Spohr, CEO del grupo, en un comunicado.

En una rueda de prensa, Spohr admitió que el futuro de la demanda sigue siendo incierto, pero destacó que la caída en los precios del petróleo y las medidas de eficiencia implementadas han contribuido a mantener una proyección estable para el resto del año.

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Air France-KLM: el lujo como motor de crecimiento

El grupo Air France-KLM también registró un crecimiento relevante. Su beneficio operativo alcanzó los 736 millones de euros, frente a los 513 millones del mismo periodo del año anterior. La cifra estuvo en línea con las expectativas del mercado.

Air France se ha beneficiado del aumento en la demanda hacia París, apalancando el atractivo de la marca francesa y su conexión con el lujo. Sin embargo, KLM sigue enfrentando dificultades operativas en el aeropuerto Schiphol, en Ámsterdam, lo que ha limitado su desempeño.

El CEO Ben Smith expresó que el grupo busca reforzar su presencia en Copenhague, tras tomar una participación mayoritaria en la aerolínea escandinava SAS. Esto podría implicar una redistribución de recursos desde las filiales Air France y KLM hacia la operación nórdica.

A pesar del éxito financiero, las acciones de Lufthansa cayeron un 1,4% tras el anuncio, mientras que las de Air France-KLM subieron un 0,6%.

Perspectivas a mediano plazo

Lufthansa y Air France-KLM han logrado estabilizarse y crecer en un entorno complejo. Aunque persisten desafíos como los costos laborales o las fluctuaciones de la demanda asiática, sus apuestas estratégicas —como la expansión en Italia o Escandinavia— están mostrando resultados concretos.

La recuperación del sector aéreo no será homogénea, pero las aerolíneas que sepan adaptarse con rapidez y precisión al nuevo mapa global parecen estar en mejor posición para liderar la próxima etapa.

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