▶ Boeing recibe autorización de la FAA para aumentar la producción del 737 MAX a 42 aviones mensuales

La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) ha autorizado a Boeing a incrementar la producción del 737 MAX hasta 42 aeronaves por mes, tras levantar el límite de 38 unidades mensuales impuesto desde enero de 2024. Tanto la agencia como el fabricante estadounidense confirmaron la decisión este viernes.

Fin del tope de producción impuesto por seguridad

El límite había sido implementado después de un incidente ocurrido a comienzos de 2024, cuando un 737 MAX 9 de Alaska Airlines presentó una emergencia en pleno vuelo al detectarse la ausencia de cuatro pernos esenciales en una de las puertas de emergencia. Ese evento desencadenó una profunda crisis de seguridad para Boeing y llevó a la FAA a ejercer un control sin precedentes sobre sus procesos de fabricación.

La FAA avala el incremento tras rigurosas inspecciones

Según la agencia, los inspectores de seguridad realizaron una “revisión exhaustiva de las líneas de producción de Boeing” para garantizar que este incremento en el ritmo de ensamblaje se lleve a cabo con las máximas garantías.

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El administrador de la FAA, Bryan Bedford, contactó directamente con el director ejecutivo de Boeing, Kelly Ortberg, para confirmar que la compañía estaba autorizada a elevar la producción a 42 aviones por mes, según indicó a Reuters una fuente familiarizada con la conversación.

Boeing agradece la decisión y destaca el trabajo conjunto

Boeing comunicó su agradecimiento “al equipo interno, a los proveedores y a la FAA por asegurar que estamos preparados para aumentar la producción con la seguridad y la calidad como prioridades”. La empresa prevé iniciar rápidamente la nueva tasa de producción aprobada, considerada un paso clave en su estrategia de recuperación tras meses de escrutinio regulatorio y mediático.

Un paso significativo en la recuperación de Boeing

La decisión marca un hito relevante para el fabricante estadounidense, que busca consolidar la confianza del público y de los reguladores tras los problemas de seguridad que afectaron a la familia 737 MAX en los últimos años. El aumento en la producción simboliza no solo un avance operativo, sino también un voto de confianza por parte de la autoridad aeronáutica hacia la capacidad de Boeing para mantener altos estándares en sus líneas de montaje.