Con una ayuda gubernamental mínima, las aerolíneas sudamericanas se enfrentaron a la crisis de la época de la pandemia, posiblemente más grave que en otras regiones.
LATAM Airlines, un poderoso competidor internacional durante décadas y, con diferencia, la mayor aerolínea de la región, se vio obligada a declararse en quiebra. Lo mismo ocurrió con Avianca, que redujo su capacidad dentro de Sudamérica a un ritmo casi dos veces superior al de LATAM. Por su parte, la brasileña Gol, que estuvo a punto de declararse en quiebra, se redujo en un porcentaje similar al de Avianca.
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Una aerolínea en particular está aprovechando toda la agitación. Azul, con sede en Brasil, es más grande ahora que antes de la pandemia. Y lo que es más importante, Azul ya ha vuelto a obtener fuertes beneficios, registrando un impresionante margen operativo del 14% durante el cuarto trimestre de 2021.
Sin embargo, Azul no es la única aerolínea sudamericana que ha crecido desde el inicio de la COVID-19. Lo mismo ocurre con varias aerolíneas de bajo coste que buscan aprovechar los grandes recortes de capacidad de LATAM, Gol y Avianca. Viva, Sky Airline y JetSMART entran en esta categoría.

Por Cirium
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