Virgin Australia informó este miércoles que había reestructurado su pedido de aviones Boeing 737 MAX, reduciendo el número de pedidos de 48 a 25 y retrasando las primeras entregas en dos años hasta mediados de 2023.
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La segunda aerolínea más grande de Australia, ahora propiedad del grupo de capital privado de EE.UU. Bain Capital, dijo en un comunicado que tomaría 25 de la variante más grande, el MAX 10, pero no los 23 MAX 8 que había pedido anteriormente, reseñó Reuters.
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Virgin ha eliminado de su flota los aviones 777 y Airbus A330 de fuselaje ancho, centrando sus operaciones en torno al 737 como parte de un esfuerzo por reducir costes al reposicionarse como una aerolínea de nivel medio principalmente nacional en lugar de una aerolínea de servicio completo.
«El acuerdo reestructurado y los cambios en el calendario de entrega de los Boeing 737 MAX 10 nos dan la flexibilidad de revisar continuamente los requisitos de nuestra futura flota, en particular mientras esperamos que vuelva la demanda de viajes internacionales», dijo el CEO de Virgin, Jayne Hrdlicka.
Los 737 MAX 10 se desplegaría en rutas nacionales de alta densidad y en rutas internacionales de corta distancia.
Por Jamie Freed
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