JetBlue Airways enfrenta una creciente presión por parte de uno de sus mayores accionistas. Vladimir Galkin, el segundo principal inversor de la compañía y residente en Miami, advirtió que podría vender su participación cercana al 10% si las medidas de recorte de costos y otros esfuerzos más amplios no logran revertir el mal momento de la aerolínea.
Una inversión de alto riesgo
Galkin, conocido por beneficiarse del auge de las «acciones meme» como GameStop en 2021, invirtió más de 200 millones de dólares en JetBlue entre febrero y agosto de 2024. Actualmente posee aproximadamente 35 millones de acciones, lo que representa una inversión de 212 millones de dólares, según confirmó él mismo a Reuters.
El momento no podría ser peor: las acciones de JetBlue han caído un 43% en lo que va del año, superando con creces las pérdidas de otras aerolíneas como Delta (-17%) y United (-18%). A esto se suma una demanda de viajes debilitada y la retirada de su previsión de resultados para todo el año.
Plan JetForward: último intento para salvar la rentabilidad
En junio, JetBlue reiteró su plan JetForward, una estrategia plurianual con la que busca alcanzar entre 800 y 900 millones de dólares en ganancias antes de intereses e impuestos para 2027. La compañía subrayó que las recientes medidas de ahorro forman parte de este plan y representan una continuidad con su compromiso previo de reducir costos, especialmente ante la retracción del consumo en el sector.
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Galkin valoró positivamente el anuncio, aunque aclaró que la «trayectoria será evidente en los próximos trimestres». Entre sus sugerencias, propuso reducir el número de miembros de la junta directiva (actualmente 13) como parte de una estrategia de eficiencia, aunque no detalló otras medidas específicas.
Sin compradores a la vista
El futuro de JetBlue sigue siendo incierto. La compañía ha reportado beneficios solo en dos de los últimos nueve trimestres. A 23 de mayo, según datos de LSEG, 10 analistas de renta variable recomendaron mantener las acciones, cinco emitieron calificación de «venta» y dos aconsejaron «venta fuerte». Ninguno recomendó compra.
A pesar de ello, Galkin no ha establecido un plazo definitivo para vender su participación. «Estoy un poco por debajo del agua y voy a tener que aguantar. No quiero decir que sea para siempre, pero tal vez por otro año», declaró, expresando también su esperanza de que la compañía comience a generar beneficios «más pronto que tarde».
Alianzas y nuevos enfoques comerciales
Uno de los puntos que Galkin considera subestimado por Wall Street es la colaboración futura entre JetBlue y United Airlines. A partir de 2027, los viajeros podrán reservar vuelos en los sitios web de ambas compañías, una sinergia que podría abrir nuevas oportunidades comerciales.
Por otro lado, JetBlue anunció esta semana la introducción de asientos en clase ejecutiva en su ruta entre Orlando y Las Vegas, uniéndose a aerolíneas como Spirit en la apuesta por servicios premium como estrategia para aumentar ingresos.
«Es positivo en el sentido de que no están ignorando la realidad», comentó Michael Matousek, jefe de operaciones de U.S. Global Investors, firma que posee el 1,4% de las acciones de JetBlue a través del ETF JETS. A su juicio, la decisión de abandonar rutas no rentables y priorizar las de mayor margen es una estrategia acertada a largo plazo.
JetBlue se encuentra en una encrucijada. Si las medidas no generan resultados tangibles pronto, podría perder el respaldo de uno de sus principales accionistas en un momento crítico para su recuperación.
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