Sanciones golpean a la industria aérea rusa: un solo avión comercial entregado en 2025

La industria aeronáutica rusa atraviesa una de sus mayores crisis en décadas. Según datos de ch-aviation, en lo que va de 2025 el país solo ha entregado 1 de los 15 aviones comerciales previstos, un reflejo directo del impacto de las sanciones internacionales y de la política monetaria interna, informó Reuters.

Desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022, las sanciones occidentales han bloqueado el acceso a aeronaves y repuestos fabricados en el extranjero. Con una flota superior a 700 aviones —en su mayoría Airbus y Boeing— las aerolíneas rusas dependen ahora de rutas de importación indirectas para obtener piezas críticas.

“No hay base de componentes, ni tecnología, ni instalaciones de producción, ni ingenieros. Crear todo esto desde cero lleva años, si no décadas”, advirtió una fuente de la industria.

El desafío es particularmente grave en un país que, con 11 husos horarios, depende del transporte aéreo para conectar pasajeros y carga a lo largo de su vasto territorio.

Producción rezagada y metas recortadas

En 2021, Rusia incorporó 52 nuevos aviones comerciales, incluidos 27 Airbus, 3 Boeing y 22 Sukhoi Superjet con piezas importadas. Desde entonces, solo se han sumado 13 aparatos: 12 Superjet y un Tupolev Tu-214, este último utilizado por el viceprimer ministro Denis Manturov.

Las metas de producción han sufrido recortes drásticos. El objetivo inicial de 171 aviones para 2024–2025 se redujo en junio a 21 unidades, y el mes pasado se anunció que se revisará nuevamente debido a los costos de financiación y la ralentización productiva.

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Rostec, conglomerado estatal a cargo del Superjet-100, Tu-214, Ilyushin e incluso del nuevo MC-21, acumula retrasos. El MC-21 construido íntegramente con piezas rusas resultó más pesado, con menor alcance y eficiencia, lo que ha desanimado a las aerolíneas. El inicio de su producción en serie, junto con la del SJ-100 y el IL-114, se ha postergado a 2026, dos años más tarde de lo previsto.

Sanciones y rutas alternativas

A pesar de los esfuerzos de sustitución de importaciones, Rusia sigue dependiendo del exterior. Datos aduaneros muestran que en 2024 ingresaron piezas por al menos 300.000 dólares a través de intermediarios en Turquía, China, Kirguistán y Emiratos Árabes Unidos, incluyendo componentes de Safran (Francia), Honeywell (EE.UU.) y Rolls-Royce (Reino Unido).

Las empresas aseguran cumplir con las sanciones y tener programas de control para evitar desvíos de productos. Honeywell, por ejemplo, afirma trabajar activamente para interrumpir cualquier desvío hacia Rusia.

El ministro de Industria y Comercio, Anton Alikhanov, resumió el reto como “único e hipercomplejo”: “Ningún otro país en el mundo produce aviones completamente sustituidos por importaciones nacionales”.

Impacto en los pasajeros

La oferta limitada y la demanda sostenida han impulsado los precios de los billetes, que han subido de forma constante en 2023 y 2024, según datos de Rosstat. Moscú incluso ha recurrido a aerolíneas de Kazajistán y Uzbekistán para operar rutas domésticas.

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