Rolls-Royce está cerca de resolver el problema más costoso de los motores a reacción.

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Rolls-Royce Holdings es cada vez más optimista en cuanto a la posibilidad de superar los problemas de los motores a reacción que le han costado miles de millones de libras y han supuesto una distracción no deseada durante años de trabajo de reestructuración.

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El director de ingeniería y tecnología, Simon Burr, dijo en una entrevista que este año se deberían realizar las correcciones finales a la letanía de fallos que han afectado a la turbina Trent 1000 utilizada en el popular 787 Dreamliner de Boeing. Las grietas en los álabes del Trent XWB que impulsa el A350 de Airbus no han resultado ser una preocupación importante, reseñó Bloomberg.

«Después de tres o cuatro años difíciles, me siento confiado sobre la durabilidad de los motores y el futuro. Hemos aprendido mucho», dijo Burr en la principal base de fabricación de Rolls-Royce en Derby, Inglaterra.

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Los problemas con el Trent 1000 han sido la mayor fuga de dinero de Rolls Royce, con un coste que alcanzará más de 2.000 millones de libras (2.800 millones de dólares) hasta 2023. La empresa británica también ha perdido cuota de mercado frente a General Electric, que ofrece un motor rival para el 787. La resolución de los problemas ayudaría a la compañía a poner fin a una saga que también ha agriado las relaciones con clientes importantes como British Airways, lo que la dejaría en mejor posición para recuperarse de la caída del coronavirus.

El arreglo del Dreamliner

El director ejecutivo Warren East declaró en febrero del año pasado que la empresa había completado prácticamente todos los cambios de diseño necesarios en el Trent 1000. El único trabajo que quedaba pendiente era la mejora de los álabes de las turbinas de alta presión, que se estaban deteriorando más rápido de lo previsto.

Rolls-Royce está probando actualmente la turbina de alta presión, centrándose en reproducir las tensiones que soporta el motor durante el ascenso a la altitud de crucero, que según Burr es más exigente para un avión de pasajeros moderno que el propio despegue.

«Las temperaturas en el interior de los motores se mantienen muy altas durante el ascenso, por lo que hemos cambiado la forma de realizar las pruebas. El ciclo de pruebas es ahora más largo para reflejar las condiciones de ascenso. Estamos muy satisfechos con los resultados obtenidos hasta ahora», añadió.

Los motores se están sometiendo a 500 vuelos simulados y se volverán a comprobar después de 1.000 y luego de 2.000 viajes para «darnos una confianza absoluta en los arreglos».

Dado que las pruebas se refieren a la durabilidad y que ya se han completado las pruebas reglamentarias y de certificación, no será necesario ningún otro visto bueno de la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea, dijo una portavoz de Rolls Royce.

La empresa aplicará las correcciones al motor Trent 7000, basado en el Trent 1000, que equipa a los aviones Airbus A330neo.

Motores del A350

Los problemas del XWB utilizado en el A350 se dieron a conocer el pasado mes de agosto, suscitando nuevas interrogantes sobre la durabilidad de los motores Rolls Royce. Las dudas eran especialmente agudas desde que las finanzas del fabricante de motores sufrieron un duro golpe con la paralización de los vuelos tras el brote de Covid-19.

Burr afirmó que no se han producido incidentes en vuelo con el XWB, y que el alcance del problema que afecta a las palas del compresor de los motores en servicio desde hace cuatro o cinco años no se ha disparado. A finales de este mes se probará una solución.

Foto: Kurush Pawar/Wikimedia

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