El programa A321XLR completa segunda fase de pruebas en climas fríos

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Esta semana, un avión de pruebas de vuelo del Airbus A321XLR («FT3», MSN11080) regresó de sus pruebas en tierra en climas fríos que duraron cuatro días en Iqaluit, en el norte de Canadá.

Unas semanas antes, uno de los otros aviones de pruebas del A321XLR («FT2», MSN11058) realizó una visita similar a Iqaluit. En aquella primera ocasión, la misión consistía en probar el funcionamiento del sistema hidráulico, entre otros, a temperaturas extremadamente bajas, tras pasar la noche a 40 grados centígrados bajo cero.

Pruebas en tierra del sistema de agua y residuos

«El objetivo de esta última campaña era validar el funcionamiento de la aeronave en tiempo frío para las operaciones en tierra», afirma Tuan Do, Ingeniero Jefe de Pruebas en Vuelo.

«Esta vez probamos el sistema de agua y residuos de la cabina, que requería que las temperaturas en el interior de la cabina sin calefacción se mantuvieran por debajo de los -15 grados centígrados durante la noche. Para ello, se realizaron varias inmersiones en frío durante noches sucesivas con las puertas abiertas, mientras la temperatura exterior rondaba los -20 grados centígrados».

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«En cada caso se aplicaron diferentes configuraciones de calefacción y aislamiento para su posterior análisis comparativo por parte del departamento de ingeniería», añadió Tuan Do.

Para ello, se probó por primera vez en condiciones reales una nueva «opción de clima frío» disponible para los operadores del A321XLR, que añade calefactores para garantizar que el sistema no se congele durante la noche. Las pruebas también validaron la configuración de «avión estándar» -es decir, sin el paquete opcional activado- y una configuración de oportunidad para ahorrar peso, con menos aislamiento.

Todos los aviones de pasajeros navegan a gran altitud, donde las temperaturas exteriores son mucho más bajas. Sin embargo, en el interior de la cabina los sistemas de agua y residuos funcionan a temperaturas superiores a cero. Por este motivo, es necesario realizar pruebas en tierra (con el motor totalmente apagado), para que el ambiente dentro de la cabina y debajo de la cubierta de pasajeros, donde se encuentran muchos sistemas, pueda sumergirse en frío a temperaturas bajo cero.

Pruebas de los sistemas hidráulico, eléctrico y de aceite a -40 grados centígrados

«Durante nuestra primera visita de cinco días a Iqaluit hace un mes, cuando encendíamos el avión por la mañana, ‘despertábamos’ el sistema hidráulico, eléctrico y otros sistemas y veíamos cuánto tardaba en funcionar el avión y prepararlo para el rodaje y el despegue».

«También hubo algunos vuelos para validar el funcionamiento del tren de aterrizaje a temperaturas muy frías. En particular, el A321XLR cuenta con un tren de aterrizaje mejorado para soportar el mayor peso máximo de despegue del avión (cuyo MTOW es de 101 toneladas métricas, frente a las 97 toneladas del A321LR). En consecuencia, los amortiguadores de esta nueva variante están diseñados para soportar cargas más elevadas que los de los demás miembros de la familia A320», indicó Tuan Do.

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El objetivo de la prueba era comprobar la señal de «peso en las ruedas», para que el avión sepa cuándo los amortiguadores del tren de aterrizaje principal están comprimidos o extendidos.

«Hay muchos sistemas en el avión que dependen de las señales de peso sobre ruedas para saber si el avión está en vuelo o en tierra. Así que durante nuestra primera visita a Iqaluit comprobamos cómo afecta a la función de peso sobre ruedas los cambios físicos en el tren de aterrizaje principal, y cómo afecta a la rigidez de los amortiguadores las bajas temperaturas», recordó Tuan.

Otra característica del diseño del XLR relacionada con el sistema hidráulico que había que evaluar en el ambiente frío eran los nuevos conductos hidráulicos que pasan por el depósito central trasero, situado a popa del compartimento del tren de aterrizaje. «Nuestros colegas de la oficina de diseño querían que comprobáramos que el trazado de las tuberías no afectaba significativamente a las temperaturas y operaciones hidráulicas tras el calentamiento del avión», señaló Tuan.

Otros retos del clima frío, aplicables a cualquier aeronave, incluyen garantizar que las escotillas no se cierren por congelación, o que los sistemas en general no se congelen, no sólo las tuberías de agua, el aceite y los sistemas hidráulicos, sino también el sistema eléctrico, especialmente las baterías.

«Las baterías no mantienen tanta carga ni proporcionan tanta potencia cuando están a bajas temperaturas. Por su parte, el aceite y los sistemas hidráulicos se vuelven muy viscosos a temperaturas muy bajas, lo que dificulta el movimiento de las superficies de control de vuelo, el accionamiento de las bombas, etc.». Así que hay que calentar el avión y sus tuberías para que funcione», explicó Tuan.

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